El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, se declaró este miércoles vencedor en las elecciones presidenciales, alcanzando hasta el momento 277 votos electorales frente a los 224 de su oponente, la demócrata Kamala Harris, según las proyecciones de los principales medios del país.

En un mitin celebrado en Palm Beach, Florida, el expresidente ya había anticipado su victoria, tras obtener resultados parciales favorables y ganar el voto popular según el escrutinio preliminar. Este triunfo marca un hito histórico, ya que será la primera vez en más de un siglo que un expresidente vuelve a ocupar el cargo tras haber perdido unas elecciones. Trump, quien gobernó entre 2017 y 2021, también se convierte en el primer presidente en llegar al poder con antecedentes penales.

El sistema de elección en Estados Unidos, mediante el Colegio Electoral, otorga 538 votos electorales distribuidos por estados en función de la población. El candidato que alcanza 270 votos electorales es declarado vencedor. En este caso, Trump logró consolidar su ventaja en estados clave como Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania y Wisconsin, consolidando su regreso a la Casa Blanca. Además, destacó que los republicanos han recuperado la mayoría en el Senado.

En un discurso breve en el centro de convenciones de Palm Beach, Trump agradeció a su familia y a los estadounidenses, adoptando un tono conciliador y pidiendo dejar atrás las divisiones que han marcado al país en los últimos años. «El éxito nos unirá, y vamos a poner a Estados Unidos en primer lugar. No los defraudaré», prometió a sus seguidores.

Por su parte, Kamala Harris, quien había planeado un discurso al final de la jornada electoral, decidió posponerlo debido a las tendencias de voto que favorecían a Trump en varios estados. La vicepresidenta aún no ha hecho declaraciones públicas tras conocerse los resultados preliminares.

Acompañado de su equipo de campaña y su familia, Trump aseguró que su gobierno será para todos los estadounidenses y que trabajarán «juntos» para hacer de Estados Unidos un país mejor.

Noventa y tres personas están desaparecidas tras las inundaciones que arrasaron el sureste de España hace una semana, indicó un nuevo balance publicado este miércoles por el tribunal superior de justicia de la comunidad valenciana, donde tuvo lugar la catástrofe.

La corte revisó su balance al alza, después de indicar el martes que 89 personas seguían desaparecidas por las intemperies, que dejaron al menos 219 muertos, principalmente en la región de Valencia, según las autoridades nacionales y regionales.

El tribunal señaló en un comunicado que otras cuatro personas habían sido notificadas como desaparecidas a las fuerzas de seguridad.

«Los expedientes activos de desaparición pueden aumentar o descender en función de las nuevas identificaciones de los fallecidos existentes, el incremento de denuncias de desaparición o la localización de personas con vida», manifestó.

Las operaciones de búsqueda prosiguieron en el terreno el miércoles, entre otros en estacionamientos subterráneos y en los suburbios de Valencia, la zona más afectada por las inundaciones.

Ante la magnitud de la catástrofe, el gobierno anunció el martes ayudas por 10,600 millones de euros (11,550 millones de dólares) para las personas y negocios afectados por las inundaciones.

El Banco Europeo de Inversiones (BEI), presidido desde enero por la exministra española de Economía Nadia Calviño, anunció el miércoles una ayuda financiera de 900 millones de euros para contribuir a la reconstrucción de la región.

La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que ha afectado principalmente al este de España ha dejado un balance provisional de 95 víctimas mortales, según los últimos datos proporcionados por el Gobierno. De los fallecidos, 92 corresponden a la Comunidad Valenciana, mientras que Castilla-La Mancha ha registrado dos muertos y Andalucía uno.

Este fenómeno meteorológico se ha convertido en uno de los desastres naturales más letales en España en los últimos 75 años, superando incluso tragedias históricas como la riada de Biescas (Huesca) en 1996, en la que murieron 87 personas, o la riada del Turia en 1957, que dejó entre 80 y 100 fallecidos.

La DANA se suma a la lista de catástrofes más devastadoras de la historia reciente del país. No obstante, el mayor desastre natural documentado en España sigue siendo las riadas del Vallés en Barcelona en 1962, que cobraron la vida de entre 600 y 1,000 personas, además de causar miles de heridos y cuantiosas pérdidas económicas. Otro trágico episodio ocurrió en 1973, cuando una tormenta en el sur y sureste de la península dejó al menos 150 muertos en las provincias de Granada, Almería, Alicante y Murcia, siendo esta última la más afectada con 89 fallecidos.

Entre otros desastres históricos destaca también la rotura de la presa de Vega de Tera en Ribadelago (Zamora) en 1959, donde el desbordamiento de ocho millones de metros cúbicos de agua provocó la muerte de 144 personas en una pequeña localidad de 523 habitantes.

Hasta la fecha, las autoridades siguen monitorizando los efectos de la actual DANA, que ha causado graves daños en infraestructuras y servicios. En la Comunidad Valenciana, 92 personas han perdido la vida; mientras que en Castilla-La Mancha, una mujer de 88 años falleció en Mira (Cuenca) y otro individuo en Letur (Albacete). En Málaga, un hombre de 71 años también figura entre las víctimas.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha señalado que esta DANA ha sido la gota fría «más adversa» en lo que va de siglo en la Comunidad Valenciana, con un impacto mayor que el registrado en la DANA de septiembre de 2019. Sus efectos han sido comparables a los temporales históricos de los años 80, como la pantanada de Tous en 1982, que causó al menos 30 muertes, y el temporal de noviembre de 1987, en el que fallecieron cuatro personas.